jueves, 2 de diciembre de 2010

Rivalidad

Siguiendo con el tema del fútbol, y para acabarlo, diré, que si algo extrapolaria a los toros, es su sistema de competición del todos contra todos. Al comenzar la temporada, todo el mundo tiene claro que va a enfrentarse dos veces con los demás equipos, y que no hay escusas que valgan para no acudir ni al Camp Nou, ni al Bernabeu, ni a campos incómodos como: San Mames, Reino de Navarra, El Calderon etc.

Este sistema fomenta la competencia, la rivalidad, aunque no hace falta llegar a las manos como en el partido del pasado lunes, entre los jugadores del Real Madrid y Barcelona.
No obstante el mundo del toro no ha estado exento de estos bochornosos espectáculos, recordemos algunos casos.

El primer caso data de 1949 en Lima, en el ruedo, Raúl Ochoa "Rovira" y Luis Miguel Dominguin, el primero no pudo reprimirse y le pego a Dominguin la  bofetada que le hubiera querido pegar media España.
Ya en nuestro país, el primero de Mayo de 1965 en Aranjuez, Paco Camino y el Cordobes, tienen que ser separados por las cuadrillas después de un intercambio de golpes, como refleja la fotografía de hoy, a raíz de un quite.
También el diestro de Camas protagonizo otra especie de combate con Palomo Linares, esta vez en el programa Directisimo de José María Iñigo, en prime time para todo el país.
Con la television en color, pudimos ver una de las mayores osadías cometidas por el Soro en una plaza de toros,(que han sido muchas) ya que en Valencia, curiosamente después de un quite reglamentario, agredió a José María Manzanares.

La rivalidad en los toros siempre ha existido, o existía, por que todos conocemos un montón de casos, desde Machaquito y Lagartijo, Joselito y Belmonte hicieron enloquecer a los espectadores con sus enfrentamientos en la plaza, ya que fuera de ella eran grandes amigos, el propio Ordoñez y Dominguin, aunque muchos piensen que  el enfrentamiento entre los dos era fingido, el Cordobes y Miguelin, llegando este  ha saltar de espontáneo a un toro de Manuel Benitez en el famoso Mayo del 68.
En un pasado mas reciente, todos recordamos las ferias de Salamanca que protagonizaban a cara de perro El Capea y Julio Robles, también el malogrado Maestro salmantino con Ortega Cano, en un mano a mano en Madrid en un tercio de quites, aunque si hablamos de quites a todos nos viene a la memoria con un regusto especial la tarde del 96 entre Joselito y Enrique Ponce.

Pues todo esto señores, era rivalidad, competencia que beneficia el espectáculo  y al espectador, pero que también, como si de vasos comunicantes se tratara, aumenta el riesgo para los toreros, y ahí amigo, hay muchos que no quieren llegar.
Si aparece algún nuevo matador belicoso pidiendo guerra, pronto recibirá el consejo de la santísima trinidad(es decir el apoderado-empresario-ganadero)diciéndole, que es mejor no dejarse llevar por entusiasmos y guerras, y entrar en el cambio de cromos.

Antes existía ese hambre de ganarle la partida al compañero,ya que cada puesto se jugaba a vida o muerte, ahora los toreros en Marzo ya tienen la temporada confecccionada, en numero de corridas y salario, para que van a rivalizar?, para que van ha realizar quites?, que como hemos podido ver es donde mayor conflicto se genera.

Yo no quiero entrar en el manido discurso de que antes se toreaba mejor y bla..bla..bla. No, pero si echo de menos esos enfrentamientos. Cuentan, que una tarde del ostracismo veraniego en las Ventas, Julio Robles y Roberto Dominguez, antes de ser figuras por supuesto, en el patio de cuadrillas se jugaron 200.000 pesetas de los incipientes ochenta, aunque les hicieran tanta falta como el triunfo esa tarde, pero sabían que ese acto de gallardía torera, les anudaría para echar la pata l'ante en un momento de duda.
Ahora en el patio de cuadrillas, lugar donde uno se saludaba, y con según quien fuera, solo se cruzaba un escueto "suerte", todos son besos, como los futbolistas modernos.
Tendrá que volver Cesar Giron, que cuando se abría el paseillo para encender la mecha, recetaba un "Cornas pa todos"



PD: Ya se pueden colgar los comentarios que queráis





1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Es cierto. Hoy va uno a los toros y parecen los toreros trabajadores de una misma empresa, teniendo que vender una misma marca.

PD Lo mejor de César Girón es lo que añadía después de ese "cornadas para todos" hacía una pequeña pausa y añadía: -Hijos de puta...

Y se quedaba como Dios.

Sobre Dominguín, la otra media España quería darle la bofetada de la otra mejilla.

En fin. Que muy bueno el post, como siempre.

2 de diciembre de 2010, 13:47  

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